lunes, 25 de octubre de 2010

Predica Lo que dicen

Predica Lo que dicen de mí (Pastor Jonathan Jiménez) 17 octubre-2010 http://htxt.it/atSI

Predica Lo que dicen

Predica Lo que dicen de mí (Pastor Jonathan Jiménez) 17 octubre-2010 http://htxt.it/WMVw

Lo que dicen de mí

Lo que dicen de mí
Mateo 16:13-20


Cuando un niño nace, lo que dicen del niño es; se parece a su mama, quien es el papa, cuántos años tiene. Cuando crece, lo que dicen es; igual a su papa, se va a componer, es inteligente. Cuando pasa a la adolescencia lo que dicen es; se va a componer, es muy rebelde, es muy desobediente. Y cuando sigue creciendo, lo que se dice del joven es; se ve apuesto, es inteligente etc.…


Lo que dicen de nosotros, pude ser algo bueno o malo y esto puede afectar nuestras emociones.


Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?




Muchas personas, como te ven quieren tratarte.

Cada uno de nosotros tiene una forma de ver a Dios, unos le conocen como amigo, paz, fortaleza, proveedor, unos como un padre o consejero. Por lo tanto de Jesús podrían decir algo de Él. (Proverbios 16:13)


Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.




A Jesús no le importaba lo que respondiera, porque Él sabía quien era.


Cada uno somos el producto de nuestros pensamientos (Joel 3:10, Filipenses 4:13, Filipenses 4:8)


No es lo que dicen de ti, Si no lo que Dios dice de ti


Efesios 1:1-14 son algunas de las características de cómo te ve Dios


· Santo
· Fiel
· Con gracia
· En paz
· Con bendición espiritual
· Escogido
· Sin mancha
· Predestinado
· Hijo
· Adorador
· Gracia
· Redimido
· Con riquezas
· Sabio
· Inteligente
· Sellado con el Espíritu Santo

miércoles, 6 de octubre de 2010

Dejando huellas

Dejando huellas

A lo largo de nuestra vida, cada uno de nosotros hemos dejado huellas por donde quiera.
En la escuela, en el lugar donde vivimos, en la iglesia y casi siempre las huellas que hemos dejado han sido en personas a las cuales les hemos causado una impresión; esta impresión pudo haber sido buena o mala dependiendo de cómo hayamos sido con cada una de ellas.
Algunos nos recuerdan por nuestra forma de ser con ellos, otros por nuestra forma de vestir, de hablar o de comportarnos en situaciones difíciles o poco cotidianas; pero eso es lo que hace la diferencia en nuestra vida.
Así como en nosotros, en la biblia hubo personas que dejaron una huella como por ejemplo:
Cierto niño de la biblia tenía un lema que lo llevo a marcar una gran diferencia: “nunca salgas de casa sin tu almuerzo”.  Aquel niño estaba entre los miles que seguían a Jesús alrededor del mar de galilea para escuchar sus enseñanzas. No sabiendo cuán lejos habría de ir, llevaba con él una comida sencilla: cinco panes y dos peces, suficiente para alimentarse durante varios días. Cuando se descubrió que era el único alimento disponible para esa inmensa muchedumbre, pareció extremadamente insignificante.
Pero llevaron ese pequeño almuerzo a Jesús, y este oro y lo multiplico de tal manera que comieron todos y aun sobro. El niño cedió su almuerzo, pero consiguió a cambio por lo menos la misma cantidad. Y esto aparte de la emoción de ver a Jesús haciendo un milagro. El acto de generosidad del niño lo mencionan los escritores de los cuatro evangelios.
Lo que para los discípulos parecía un imposible, Jesús lo hizo posible. Los discípulos solo habían visto los cinco panes y dos peces de que se disponía. Momentáneamente pasaron por alto el hecho que, además de los panes y los peces, también tenían a Jesús. Eso “marco la diferencia”. El almuerzo de un niño fue más que suficiente en las manos de Jesús.
¡Tú también puedes hacerlo!
Quizás estés convencido que tienes muy poco que ofrecer a Jesús. Frente a las necesidades del mundo que te rodea, sin duda tienes razón. La decisión que tienes que hacer es tratar de causar un impacto por ti mismo o poner lo poco que eres y tienes en las manos de dios y esperar que el marque la diferencia en ti y a través de ti. Lo que decidas hará la diferencia.